3^a Jornada Internacional de Fisioterapia, Actividad Físico-Deportiva y Mujer

La Organización Mundial de la Salud, reconoce que el sexo y el género son determinantes de la salud y que el género es una de las principales causas de inequidad sanitaria, por lo que promueve sistemas de salud que incorporen la perspectiva de género y que presten especial atención a la salud de la mujer. Los beneficios de la actividad físico-deportiva en la salud son incuestionables, sin embargo, es de sobra conocido que las mujeres están persistentemente por detrás de los hombres en cuanto a la participación en actividades físico-deportivas, lo que manifiesta una “brecha de género” que comienza temprano en la vida y continúa durante toda la edad adulta.

La mujer transita por diferentes etapas vitales en las que las actividades físico-deportivas deben estar presentes, sin embargo, la predisposición de las mujeres a no practicar estas actividades tiende a ser constante a lo largo de estas etapas, sobre todo durante el postparto. La fatiga, la falta de tiempo, la depresión, entre otras causas, parecen ser las responsables. 

Asimismo, durante menopausia y la posmenopausia, diversos estudios han demostrado que el riesgo de desarrollar enfermedades posmenopáusicas crónicas (osteoporosis/diabetes, sarcopenia, etc.) se puede reducir mediante actividad física regular. Sin embargo, las mujeres siguen realizando menos actividad física regular que los hombres en su tiempo libre. La pobre alfabetización en salud respecto a la menopausia, sus efectos y cómo afrontarlos, las disfunciones de suelo pélvico, entre otras, parecen ser las responsables de este comportamiento de salud, contribuyendo a esa “brecha de género”. 

Respecto al deporte de competición, actualmente, las mujeres tienen mucha más presencia que hace diez años. En esta última década, el porcentaje de mujeres con licencia federada vinculada al deporte en España ha aumentado un 40%, y lo mismo está ocurriendo en el deporte de élite. Un reciente estudio indica que las mujeres tienen hasta 8 veces más riesgo de padecer rotura del ligamento cruzado anterior en comparación con los hombres. Además, parece que las mujeres se lesionan más. Las diferencias anatómicas, hormonales, biomecánicas y neuromusculares respecto al hombre parecen estar en el origen. 

Es evidente que las mujeres necesitan respuestas que se adapten a sus necesidades y condiciones. La Fisioterapia debe aportar soluciones a los procesos fisiológicos y fisiopatológicos que acontecen a lo largo de la vida de la mujer atendiendo a sus características biológicas y psicosociales. 

En definitiva, las actividades físico-deportivas necesitan también enfocarse con perspectiva de género. Esto nos motiva para presentar esta Jornada sobre “Fisioterapia, actividad físico-deportiva y mujer” que integra estos dos ámbitos de la Fisioterapia: la actividad físico-deportiva y la salud de la mujer.  

¡Te esperamos!